lunes, 5 de mayo de 2008

Editorial

El recuerdo también se toma vacaciones

Esa cosa del tiempo y de la humanidad de ponerle nombre al curso hace que mayo regrese y reencarne nuevamente en nuestras vidas. Al decir mayo, nuestra mente relaciona los siguientes conceptos: revolución de mayo, 25 de mayo, fecha patria, feriado, ¿caerá para un fin de semana largo? ¿A dónde vamos? Y no me refiero a que sitio turístico nos dirigimos, sino a donde vamos nosotros como sociedad.

Que el patriotismo lo sacamos del cajón cada cuatro años y colgamos las banderas argentinas en los mundiales de fútbol o si un seleccionado de rugby o básquet hace una buena campaña. Somos orgullosos de ser argentinos en un 6-0 a Serbia y Montenegro y nos arrepentimos de ese sentimiento cuando Nocioni no acierta un triple. Podemos ser lo mejor, o también lo peor, con la misma, facilidad.

En esas fechas en lugar de reflexionar porque mataron a un maestro o porque desaparecieron 30 mil personas, nos olvidamos completamente de eso y pensamos más en que nos vamos a poner para salir a la noche, total al otro día es feriado y me importa muy poco los chicos que fueron a luchar y murieron por el país en una batalla absurda y desigual. Mucho menos interesa saber que los ex combatientes estén sufriendo las penurias del olvido en lugar de reconocerles su esfuerzo y valentía, aunque sea con subsidios razonables, ayuda psicológica, y un trabajo digno.

Es el mismo presente lo que marca que se hace todo lo contrario ya que muchos de ellos son marginados y les es difícil reincorporarse a la sociedad luego de haber sobrepasado una guerra.

Tampoco es ser patriota ir a la Plaza de mayo solo porque un puntero político quiere llevar gente al acto y por ello te ofrece un sanguche, una gaseosa y la amenaza de quitarte el miserable sueldo de $150 de los planes de jefes y jefas de hogar. Si le preguntáramos a los asistentes de dicha movilización el motivo del acto y de su presencia muy pocos podrían dar una respuesta clara y convincente.

Nos acordamos de la mano de Dios, del gol a los ingleses, pero nos olvidamos de nuestra verdadera identidad, del porque somos argentinos.

No hay comentarios: